Como ya os había contado, nos habíamos apuntado a un curso de cerámica Rakú, y bueno, pues ya está, el curso ha finalizado y hoy os voy a enseñar los resultados.
La verdad es que es un proceso complicado, y que en una semana es imposible asimilar la complejidad del asunto, digamos que -con ayuda- hemos podido vislumbrar la esencia del proceso y hacer una pequeña inmersión creativa con aceptables resultados.
Se podría decir que el origen del Raku se basa en la realización de un cuenco para la ceremonia del té. Los cuencos para el té que hacía Chõjirõ se llamaron inicialmente «ima-yaki», literalmente «cerámicas de ahora», cerámicas producidas en su momento presente y consideradas tan vanguardistas como su tiempo.
La creación de Raku en Japón está reservada a esta familia, el representante de la decimoquinta generación de la familia Chõjirõ; Raku Kichizaemon comenta:
«La tradición no es simplemente algo que ha de preservarse y heredarse, lo crucial es cómo percibimos esa tradición y las técnicas tradicionales. Nuestro punto de vista determina lo que podamos crear para elevar la cerámica, dentro de la realidad de la tradición, a algo completamente nuevo y fresco. Son nuestras percepciones lo que constituyen el presente y definen quiénes y qué somos.»
Obviamente es imposible en una semana comprender minímamente el proceso, aunque si tal vez nos podamos aproximar a la esencia, y tal vez, a través de nuestras pequeñas y occidentales sensibilidades imaginar cuál es el alma de todo este proceso.
Para mí ha sido maravilloso, me ha gustado crear, me ha gustado conocer la historia y asistir al proceso…he aquí los resultados:
Qué os parecen las piezas? ^ ^
Además de fotografías he editado un vídeo del proceso, concretamente una vez cocidas en el horno…pues lo que sigue, mejor lo veis:
Bueno, pues esto ha sido todo!, mi pequeña incursión en el mundo de la cerámica japonesa Raku…
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Ja, mata ne!
じゃ、またね!!
2 Comments
Me parecen preciosas Sara! sois unos completos profesionales! y la combinación de colores es perfecta. molan!! je je
Lo que me llama la atención es el «horno» je je. Todo vale, sólo hay que ingeniarselas….
Besitoss!
Gracias Rocio!!!
El horno es curioso, si, pero cumple su función!
Aunque si daba un poco de miedín acercarse mucho…
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