Con la premisa de Neruda; «VALPARAÍSO, qué disparate eres, qué loco, puerto loco, qué cabeza con cerros, desgreñada, no acabas de peinarte, nunca tuviste tiempo de vestirte, siempre te sorprendió la vida, te despertó la muerte…»
Llegamos a Valparaiso de mañana, tras conducir desde Santiago como una hora. Valparaiso es la luz y es el mar, es el azul y la espuma. Las colinas y los colores. Es un remanso en el Pacífico. Es el otro lado de la página que dejaste sin leer.
Comenzando desde arriba, Desde la parte alta del pueblo te puedes ir descolgando junto a los Cormoranes que vigilan las mareas. Un momento de paz tras un par de días de viaje.
Y Valparaiso, releído siempre tras el cristal de Neruda, la Bohemia del puerto que una esperaba encontrar, los relatos de Carmen que hicieron que fuese irremediable aparecer aquí.
Esta ciudad de colores huele a mar y a luz. En las calles miles de paseantes, de atareados, de algunos que llevan lienzo bajo el brazo. Un ir y venir, subiendo y bajando. Un paseo interior donde quedan claras las premisas, quienes somos y por qué estamos aquí.
Hasta la muerte mira al mar en este puerto. Los tres cementerios tienen una ubicación privilegiada, y es que hasta hace relativamente poco aún se lanzaban los cadáveres al mar. Que mejor oda! Hoy por hoy esta ciudad sin almas disfruta de la brisa marina, con sorprendente disimulo.
Y la huella de los viejos Tranvías, tan necesarios como hermosos. La ciudad aún cableada, las vías en las colinas. Las ganas de subir a cada uno de los cerros. Hoy no queda rastro de todo esto, sustituidos por buses que a duras penas suben a la parte alta, donde se puede, y si no, escaleras.
Valparaiso es una joya escondida en Latinoamérica. Un puerto lleno de historia y nostalgia, una curiosidad urbanística y arquitectónica, una ciudad que nunca fue fundada.
Valparaíso es una bahía natural rodeada de una cadena montañosa de tipo cordillerano que baña sus faldas en el mar y que la convierte en un anfiteatro que mira hacia el Pacífico.
Valparaíso selló su destino atado al mar. Creció como una aldea y fue haciéndose importante. Ya en el siglo XIX Valparaíso se transforma en un bullente lugar de actividad económica, en uno de los principales puertos del Pacífico, en el paradero obligado después de cruzar el Cabo de Hornos y un trampolín para llegar a las costas de Norteamérica. La ciudad crece y se agita, convirtiéndose en una urbe cosmopolita y dinámica.
Charles Darwin estuvo en Valparaíso después de cruzar el Cabo de Hornos; el escritor nicaragüense Rubén Darío trabajó como funcionario de la Aduana de Valparaíso, y se cuenta que esta experiencia inspiró su libro “Azul“; Pablo Neruda construyó en Valparaíso una de sus delirantes casas llamada “La Sebastiana” en donde el poeta hinchaba las velas de su poesía con viento de inspiración .
Pero Valparaiso es un día y una noche, bien merece un paseo tranquilo por el Mercado del Puerto y la Batería Esmeralda y sencillamente dejarse llevar un poco por los colores. Sin demasiado orden. Casual.
7 Comments
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Con la premisa de Neruda; “VALPARAÍSO, qué disparate eres, qué loco, puerto loco, qué cabeza con cerros, desgreñada, no acabas de peinarte, nunca tuviste tiempo de vestirte, siempre te sorprendió la vid……
Más parece un collage de casitas de color que un lugar real. Transmite un caos ordenado donde parece mezclarse todo pero sin perder cada cosa su particularidad unica.
Es exactamente eso! Buen ojo! 😉
… Bueno , gracias . Con tus fotografías me has hecho acompañar a Neruda , por su Valparaiso , y casi ya con mirar esa humildad hecha colores la poesía nace también humilde y sencilla . Brotada de vida bullente , cansina de días repetidos … . Ah !!! . Pero nacen / seguramente terminan , con un azul cielo increíble , che !! . Soñador , fantasioso … . Vamos de poesía repleto .
Valparaiso es la madurez de Neruda , su ansia colmada . Su justificación de poeta . Su abigarrada vida . Agradecida por el paseo y la constatación . … Pos unos besinos .
La misma sensación tube yo al llegar. Confieso que he vivido se escribió íntegramente aquí. A qué parece lo más lógico del mundo? Dónde si no? 😉
🙂 Buen sitio para perderse, no? Ya sé que me repito pero cada vez que veo un post nuevo me dais más envidia jajajaja
Lo es, Victor!
No es envidia, son ganas de curiosear por el mundo, que lo sé yo, que a tí también te salen alas por las noches! 😉