Nuevo amanecer en Osaka, y este será el penúltimo, recorrer la misma calle, haciéndonos un hueco entre lo que ya parece familiar. Trabajadores que desayunan en las tascas huevos duros con sake. Caminar calle abajo entre los que a estas horas aún no han resuelto el sueño metálico de la noche pasada.
De los hostales baratos salen todo tipo de personas, trajeados que aspiran a un mejor puesto y hombres con ropa de faena. Las tiendas de la calle abren a medias, mientras colocan calcetines de lana, fundas y zapatos Tabi de neopreno.
En la cafetería lo de siempre y hoy con sonrisa, ichi, ni san, alehop! rumbo a Nara!
En realidad no íbamos a ir a Nara, si no fuera por aquella foto que vi, de lo que a estas alturas yo denomino como «ciervi-cabras». Una de mis especialidades es la de dar nombres a las cosas que ya tienen uno propio, el de estos bichos debe ser ciervo sika, en japones será sólo shika supongo, no sé, son ciervos japoneses. Debido a que la foto que yo vi en alguna guía, era digamos, rara, me tenían más pintas de cabritillas que de ciervo, de ahí el nombre.
Como toda una maestra de lo infantil iba hiperilusionada rumbo a Nara y la extensa población de estos bichejos.
Al llegar a la estación y ver que era un pueblo tan grande y que las montañas estaban bastante lejos, no me dio muy buena cosa en los bigotes.
Avanzamos por el pueblo buscando un sitio donde nos alquilasen bicicletas, pero el último señor que las alquilaba había cerrado, asi que nos tocó seguir caminando cuesta arriba hacia Todai-ji.
Nos encontramos con un parque enorme por donde pululaban ya los bichejos, he de decir que antes de ver a ninguno ya había comprado unas «shika-sembei» (galletas para ciervo).
La zona estaba plagada de colegiales japoneses,el parque se iba convirtiendo en bosque lentamente, con árboles que se entrelazaban y dibujaban pasadizos secretos lejos de los caminos.
En la distancia, primer avistamiento de «ciervi-cabras»!!, absolutamente relajados, buscando entre las hojas y la hierba el desayuno que se le ha caído a algún niño…
Nosotros también somos observados de soslayo.
Como bióloga frustrada completo un poco la información:
El ciervo sica (Cervus nippon) es una especie de ciervo típica de Extremo Oriente, cuyo hábitat se extiende desde el sur de Siberia hasta Vietnam, incluyendo Japón, Taiwan¡n y varias islas más del Océano Pacífico cercanas a las costas de China. Una distribución tan amplia ha originado su división en varias subespecies, muchas de ellas insulares.
El sica es un ciervo de tamaño medio y cuernos desarrollados. Tiene un pelaje corto de color rojizo, con el vientre de color más claro y manchas blancas por todo el cuerpo, similar a otros cérvidos como el gamo o los ejemplares jóvenes de ciervo de Virginia. Se observa también una banda fina de pelo oscuro a lo largo del cuello y la espalda.
El sica ha sido cazado desde tiempos antiguos en todos los países de su distribución, excepto en Japón, donde, al igual que muchos otros animales salvajes, fue venerado como dios protector de la naturaleza por la religión tradicional sintoísta. Esto cambió durante la Era Meiji, cuando comenzó a ser cazado en gran número y los bosques en que vivía se vieron amenazados por la tala masiva y la tala de grandes superficies para destinarlas a plantaciones. Por suerte, se decidió protegerlo cuando su extinción en el archipiélago japonés parecía ya inminente. En la actualidad abunda especialmente en Hokkaido, donde se encuentra en expansión debido a que carece de depredadores (las dos subespecies de lobos japoneses fueron exterminadas hace más de 50 años). En los últimos años se ha permitido la caza de un número reducido de cabezas al año, con el fin de estabilizar su población. También es un inquilino habitual de los parques y templos de otros lugares de Japón, especialmente en la ciudad de Nara. Por el contrario, en el continente asiático se encuentra en peligro de extinción, y las medidas tomadas al respecto hasta ahora se han mostrado insuficientes.
Debo añadir que los bichos tienen un olfato hiperdesarrollado, ya que detectan las galletas a metros y vienen corriendo a pedírtelas, de una forma tan curiosa como respetable, con continuos movimientos de cuello, en plan «sumimasen», agachan la cabeza una y otra vez…»Dame más, dame más»
Yo que sigo creyendo que la comunicación no verbal con animales de otras especies es algo factible, me dedico a tener una charlita sobre el sabor de las galletas.
Al otro lado, los ciervis han atacado a Ka, menguando de forma brutal el racionamiento de galletas…
Hubo un momento en que la persecución por parte de los ciervis fue implacable, bramando y empujándote con el hocico, decidimos guardar las galletas que nos quedaban y caminar un poco más deprisa.
No sin antes despedirnos de uno de nuestros amiguitos con pintas, que realmente parecía hablar…
Rumbo a la parte de los templos, de nuevo ordas de colegiales, que avanzaban en una fila de perfecta simetría y armonía estética.
También linternas con grabados de ciervis en la parte de la lámpara, y por supuesto, los honrados habitantes de la zona, siempre curiosos y atentos.
Seguimos hacia Todai-ji…
Todai ji ( gran templo oriental), es un templo budista que se encuentra en Nara, Japón. Alberga una estatua gigante del Buda Vairocana (llamado dainichi en japonés; significa «Buda que brilla a lo largo del mundo como el sol»), conocido simplemente como daibutsu (gran buda), al igual que otras grandes figuras de Buda en Japón. El templo también sirve como los cuarteles japoneses de la escuela Kegon del budismo.
En este templo está la imagen de Vairocana (Daibutsu) …(también llamado Vairochana o Mahavairocana; es un Buda reencarnación de Dharmakaya, y que por lo tanto puede considerarse el aspecto universal del Gautama Buda histórico. En la concepción de los Cinco Budas de la sabiduría Vairocana es el central. La estatua de Vairocana de Nara, Nara es la mayor representación de bronce de Vairocana en el mundo. La mayor de las estatuas destruidas en Bamyan, Agfanistán por el gobierno talibán era también una representación de de Vairocana.
Vairocana es la figura central de muchas escuelas antiguas de budismo en Japón, como el esotérico budismo Shingon y el Kengon. LA doctrina de Vairocana se basa profundamente en las enseñanzas de Mahavairocana Sutra. Además, Vairocana se asocia a menudo con la escuela Hua-Yen de filosofía budista que alcanzó su auge durante el periodo de la Dinastía Tang. El budismo Hua-Yen enfatiza gravemente la importancia de la vacuidad y dado que se considera que Vairocana impregna toda la existencia, se le asocia con la dicha idea de vacuidad.
Vairocana fue gradualmente sobrepasado como objeto de culto por Amitabha en Japón, pero su legado todavía se conserva en el budismo Shingon y en el templo de Todaiji, que alberga una enorme estatua erigida en su honor.
Vairocana no debe de ser confundido con Virocana quien, de acuerdo con la doctrina budista de Trikaya, es el rey de asura.
Según el budismo, Varoicana es la suma de los Cinco Budas Dhyani y combina sus cualidades. Por eso su color es el blanco puro, pues blanca es la suma de todos los colores.
Además su posición, la postura del loto, está acompañada de dos grandes leones. Se dice que el león es el rey de las bestias y que cuando ruge las otras callan. El budismo traza una analogía con las enseñanzas de Buda, pues comparadas con la grandeza de la voz de Varoicana el resto de voces del mundo se vuelven insignificantes y quedan silenciadas. Se cree que meditar acerca de Varoicana transforma el espejismo de la ignorancia en la sabiduría predicada por el Dharma. Cuando Gautama Buda giró la ruda del Dharma iluminó (como un sol), los corazones de los hombres y las mujeres, que se encontraban en la penumbra de la ignorancia.
Con respecto a la Shunyata o vacuidad, la gran talla y el brillo de las estatuas de Vairocana tratan de recordar al creyente que toda existencia es vacía y carece de una identidad permanente.
El emblema de Vairocana es la rueda dorada o solar.
De aquí hacia el otro lado, paseamos por un bosque cuesta abajo, y salimos después de más de una hora caminando a un lateral del parque, donde otro bichejo desconocido hacía cabriolas hermosas. En esta ocasión era una mariposa-abeja-pájaro…enorme!!!, su aspecto es de insecto,pero se acerca a los árboles como un colibrí, ni idea de que bicho es…no volvimos a ver ninguno en todo el mes. Pero el ojo metálico lo capturó, he aquí:(Es dificil verlo, es la mancha negra enorme que hay en las flores del árbol, no sé si podéis imaginar las dimensiones reales, pero como media palma de la mano!!!!)
Caminamos un poco por el asfalto hasta encontrar un camino de nuevo hacia el bosque, allí un lago, con un puente de madera, y un kioskillo en el que sonaba una ocarina.
Sentados en mitad del lago,otro día de relajación, habíamos pensado irnos a Kobe, pero daba la impresión de que las horas se iban configurando solas. Después de bordear el lago, los colegiales nos preguntan cosas en inglés, pasamos un ratito con ellos, hasta que nos despedimos con un adiossss de veinte enanitos…
De camino a la civilización, imágenes para recordar que el tiempo parece que se ha parado en este claro del bosque.
Y al salir…Hōryū-ji lit. Templo de la Ley Floreciente…
Hōryū-ji (法隆寺, lit. Templo de la Ley Floreciente) es un templo budista localizado en Ikaruga, prefectura de Nara, Japón. Su nombre completo es Hōryū Gakumonji (法隆学問寺, lit. Templo de la Enseñanza de la Ley Floreciente?), debido a que este sitio sirve como un monasterio. El templo es muy conocido por poseer las edificaciones de madera más antiguas en el mundo. Debido a que tiene los templos más antiguos y más importantes, Hōryū-ji es el templo más venerado en Japón. En 1993, Hōryū-ji fue designado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y el gobierno japonés lo ha nombrado como un Tesoro Nacional.
Salimos del parque y volvemos a Nara, al venir ya habíamos visto una panadería con cosas deliciosas, era el momento de comer algo, ya que el día parecía alargarse…
Nos cogemos un montón de cositas, los más buenos unos de queso y otros con salchicha dentro…
Con nuestra comida en bolsita de papel, vamos a buscar un banco. En Japón, en muchos lugares no se puede sacar dinero con VISA en algunos bancos, por lo que de forma segura SIEMPRE se puede en los cajeros de las oficinas de correos, tened en cuenta que oficinas hay en casi todas las poblaciones de más de 1000 habitantes, atención a sus horarios y demás. Las oficinas de correos las reconocereis por este símbolo:
En fín, que como nos dimos cuenta de que no teníamos dinero fuimos en busca de la oficina de correos, nos perdemos un poco, no encontramos donde está la oficina hasta que una chica de una floristería nos echa una mano, mil gracias!, con yenes en el bolsillo decidimos que aún queda día, y que nos vamos para Kyoto a pasar la tarde, de nuevo a la estación de Nara.
Todas las estaciones, tienen kioskos de este tipo, donde puedes comprar bebidas y bentos o sandwiches cortados en perfectos mini-rectángulos. Nos toca esperar un poquito antes de irnos a Kyoto.
Ha sido una buena mañana, en realidad tras las noches de Osaka y el caos bello de Kyoto nos ha venido bien pisar hierba y ver tanto verde, es algo que me gusta mucho de Japón, a menos de una hora de cualquier parte hay bosques y espacios para poder relajarse, es la otra cara de la modernidad extenuante. y me parece algo tan importante como el propio desarrollo de las ciudades, pienso que esto tiene mucho que ver con la tradición budista y por supuesto con el Shinto.
De nuevo en el reino de Astroboy, tomamos metro hacia alguna parte indeterminada…
Nuestro paseo es corto, imágenes urbanas de descanso y descubrimientos…
Yo diría que es una especie de iglesia católica en la que Dios te ama, je, ¿Qué dios?, bueno, sin duda nos llama la atención, camuflada entre los puestos de zapatillas deportivas y saldos…
Nos sentamos un rato a pasar la tarde, sin ninguna motivación en especial, simplemente «estar».
Me da pena no poder haber cogido hotel en Kyoto, para la próxima ya hemos decidido que nos quedaremos como mínimo 5 días aquí, esta ciudad tiene una piel especial…
De nuevo Shinkansen a Osaka, no sin antes curiosear de nuevo…
¿Significados?, jeje, bueno, digamos que es bueno explorar quienes somos, no?
En Osaka ya es de noche cuando llegamos, metro de nuevo y en busca del Den Den town.
Es mucho mejor Akihabara, pero no deja de ser encantador y tremendamente Geek.
Vueltas sin encontrar nada en especial, esperaremos a volver a Tokyo para las compras, porque la verdad es que nos parece un poco más caro que allí. (Buscamos una cámara de fotos, la Nintendo DS y una de video)
En la calle el color y un maneki neko de los que a mi me gustan, enormes!…:P
Vagar en Osaka te provoca sensaciones dispares, tengo que decir que como no lo hicimos nunca de día, quizás venimos muy influenciados por el ambiente ciberpunk brutal que íbamos respirando. Japoneses muy cool por la zona de American mura, la cual recorremos veloces para salir cuanto antes, sencillamente no nos interesa.
Callejeando, encontramos un teatro, de nuevo ambiente cool postmodernista en las esperas.
Definitivamente no sé si me gustaría vivir en Osaka, preferiría tener una casita en Kyoto, pero hay gustos dispares. En Osaka tengo la sensación de estar enganchada a algo que va mucho más deprisa que yo.
Como polillas somos atraídos hacia un edificio que estaba en construcción (estoy segura de que hoy estará ya más que habitado)
Curiosa forma, parece una guitarra. Otra oda de la arquitectura nipona.
A estas horas ya tenemos dolor de pies crónico, mañana tenemos viaje en tren hasta Miyajima y queremos levantarnos temprano, de regreso al metro, decidimos contaminarnos al más puro estilo turista USA, y nos vamos a un Mc perro…
jejeje, pues sí, era más complicado pedir aquí que en la calle. Bueno, cenamos en la terraza, lo mejor son las salsas de las ensaladas, sobre todo una de sésamo, Ñam!, cosas que deberían importar a este lado.
Con estas ricuras (ironía), decimos adios a esta parte de la ciudad, medio dormidos y sin saber a que hora cierra el metro, vuelta al barrio. como parte del ritual nos acercamos a la torre Tsutenkaku.
Todo un fetiche. respirando el calor de la noche, las luces en el horizonte nos vamos de retirada con esta imagen de buena suerte.
En el hotel hay un tipo de no se que estado norteamericano que cada vez que aparecemos nos da la paliza, el tipo es un mormón «Pro», o al menos lo parece, comprobamos el correo y reservamos una habitación en una guesthouse para mañana en Miyajima. Bañito y a ver la tele…lo cual, aquí significa un rato de absoluta conmoción neuronal, de surrealismo en estado puro…
¿Sueñan los humanos con ovejas eléctricas?
じゃまたね!!!
Ja, mata ne!!!
(Hasta pronto!)
2 Comments
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Qué buenos recuerdos!! los ciervos eran sumamente cariñosos, que guay! El Todai ji me impresiono muchísimo!!!