Despertar en Kyoto y con sonrisa!
Hemos dormido muy bien en nuestros futones con almohada de arroz. La luz entraba desde el ventanal de papel de la terraza. Desperezarse escuchando pasos lentos en el pasillo, puertas abiertas al sol.
Buscamos un lugar para desayunar que ya habíamos visto ayer…tenía un nombre como Italiano en la calle de detrás del Bola Bola y es el primer lugar en el podemos tomarnos un café de verdad, con sabor a café y en el que no nos cobran más de 600 yenes por desayunar.
Tenían unos pasteles salados deliciosos. Había muchísima variedad de cosas, algo también habitual, ya que no es el primer lugar que encontramos de este tipo.
Nos pusimos redonditos con el desayuno, mientras sonaba esto:
Así con fuerzas renovadas de vuelta al Bola Bola para hablar con el dueño de la casa, dejar las mochilas y que nos pasase unos cuantos mapas de ubicación básica, y de paso, nos ha sugerido que fuésemos hasta Arashiyama.
De camino, como una ironía, una más:
Un Totoro al que le crecen flores tras las tormentas sonríe haciendo del día algo más alegre, más «tú y yo»
Volvemos al Bola Bola, con todo ya resuelto y las mochilas preparadas, nos disponemos a pasar el día en Arashiyama, una zona al oeste de la ciudad. Sólo a un par de paradas del barrio en el que nos encontramos, en la línea keifuku- Arashiyama. Paseo hacía las vías, espera y rumbo oeste.
Al llegar, sorpresa!! las montañas están más cerca y el ambiente ha cambiado notablemente. Esta zona es muy tradicional…para disfrutar del paseo decidimos que ha llegado el momento de hacer honor de una de las virtudes de las ciudades asiáticas, y también uno de mis pequeños deseos…! ir en bici por Kyoto!!».
Buscamos un lugar en el que alquilasen bicicletas ( jitensha), tras dos sitios en los que no nos convencían las explicaciones ni tampoco los precios continuamos preguntando y nos indicaron que había un señor en un callejón (A la izquierda) saliendo de la estación. El hombre muy amable (claro!) que esforzándose en un japonés mucho más standar y con algunas ayudas en un curioso inglés, nos dejó 2 bicicletas para todo el día por 300 yenes.
Una que ya sobrepasa los límites de la vergüenza, se posó en el invento con sonrisa despiadada, por un lado descanso a los pies machacados y por otro la alegría de tener medio deseo también cumplido.
Yo creo que aquí fue dónde nos entró el veneno de ir en bici a todas partes, las posibilidades son maravillosas, llegas antes, recorres más territorio, jejeje…
Subiendo hacia Tenryu-ji con las bicicletas, encontramos un bosque de bambú, impresionante!
El túnel de bambú tiene como 1 km de longitud, rebosa paz y serenidad, aunque vayas con una bicicleta subiendo la leve cuesta mientras los japoneses que pasean se quedan atónitos con el colorido de nuestros calcetines.
Quien visita Kyoto merece un descanso así, es aislarse dentro de la belleza.
El templo que queremos visitar está aún más arriba…
El Tenryu-ji (Templo del Dragón Celestial) se encuentra en la localidad de Arashiyama, en las afueras de la ciudad de Kyoto y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.
Aunque en su ubicación ya existía un pequeño templo a principios de la era Heian (794-1185), no fue hasta 1256 cuando el sacerdote Rankei diseñó y construyó una casa de campo para el emperador. Más tarde pasó a ser convertida en templo por el shogun Ashikaga Takauji en 1339.
Su jardín, diseñado por Muso Kokushi, mantiene su estructura original.
En los primeros Periodo Heian, la emperatriz Kachiko no Tachibana, esposa del emperador Saga, fundaron un templo llamado Danrin-ji. En el sitio de la actual Tenryu-ji. El templo cayó en mal estado en los próximos cuatrocientos años antes, a mediados de siglo XIII, el emperador y su hijo Gosaga Emperador Kameyama convirtió la zona en una villa imperial que bautizaron como «Kameyama Independiente Palace». El nombre «Kameyama», que literalmente significa «montaña de tortuga», fue seleccionado debido a la forma del monte Ogura, que se encuentra al oeste de Tenryu-ji -se dice que es similar a la forma de la concha de una tortuga.
Llegando encontramos de nuevo, las tablillas de deseos, a mí se me escapan las manos, me gustaría poder manejar algún kanji de más para poder escribir algo medianamente comprensible, sencillamente me limito a observar.
El budismo japonés aparece limpio y con poca ostentación, cosa que se agradece.
Nuestro paseo nos lleva por más templos y palacios, aunque mis ojos se quedan con pequeños y entrañables detalles…
Usamos el agua para purificar manos, y boca e incluso alguna gente se lava la cara, comienzo a percibir que el agua aquí es un bien preciado, algo que se venera habitualmente, o se utiliza como parte de un ritual de lo habitual.
Vuelta a la bicicleta, algunos van más rápido y sentados, hay muchos carritos de este tipo, que portan fatigados japoneses, esta pareja de octogenarios nos adelantaron con sonrisa y guiño a la comunicación «overseas».
De aquí y después de unas cuantas visitas más, de entre las que destaco el impresionante jardín Zen…
Nos vamos encontrando hambrientos, bajamos de nuevo al pueblo y cruzamos el mítico Río Kasturagawa que conecta el barrio Nishikyoku con el de Ukyoku.
Las vistas son como de postal…se hace extraño estar tan cerca del bullicio de Kyoto y tener este silencio, son imágenes que transportan hacia la suavidad de algodón japonés y unas de las más bellas del viaje hasta el momento.
Las barcas son para pescar, de hecho había un par de ancianos con una cañas artesanales preparando los cebos. El río está muy limpio a pesar de la gran cantidad de agua que porta. ¿Qué pescarán?…ni idea, pero el hombrecillo estuvo como media hora preparando los instrumentos para la pesca.
Decidimos continuar hasta que las casas se iban separando más unas de otras y la carretera se estrechaba, en nuestro lema de alejarse del bullicio para comer, encontramos un pequeño restaurante en el que gracias a esas magnificas miniaturas de resina de comida japonesa nos dieron una especie de menú en el que había unas cuantas cosas ricas. Eso si, un poco caro en comparación con otros lugares, pero todo estaba muy bueno.
Las nubes comenzaban a hacer del cielo un extraño cuadro, nos acercamos de nuevo a los jardines que rodean el río Togetsukyo. Y allí simplemente descansar el alma, que para eso hemos llegado hasta aquí.
Por la mañana al pasar por esta calle habíamos visto unas pastelerías o algo similar con creeps rellenas de mil cosas, no sé si será típico de la zona, pero había varias juntas…
Fuimos directos a por una creep y nos dedicamos a no hacer nada en absoluto durante la siguiente hora, mientras el bullicio por la calle principal, y los turistas seguían comprando artesanía, abanicos, helados, cosas así.
En estos barcos de madera se puede dar paseos, el recorrido es de una hora y cuesta unos 3500 yenes. (Más de 30 €) para 2 personas.
La tarde sigue cayendo, y debido a que nuestro viaje se va organizando a medida que va creándose, Nos enteramos de que en Kyoto no hay alojamiento para poder quedarnos todos los días que teníamos pensado (no al menos en los alojamientos que habíamos buscado), con lo que ya sabemos que hoy tocará viajar a Osaka para pasar la noche.
Os enlazo aquí los Guest house en los que intentamos reservar pero era imposible para todos los días. La gente de estos alojamientos son muy agradables y nos ayudaron mucho para encontrar otro sitio. Casi todos no pasan de 2500 yenes/noche y están muy bien. Ahí van:
Tour Club (Albergue-guest house): Tienen web en español.
Waraku an (guest house): Pocas habitaciones; Simplemente precioso, en ingles.
Yonbanchi (guest house): Casa del periodo Edo, poquitas habitaciones en torno a un jardín. Está en inglés y hay que reservar con antelación.
Buscamos una conexión y en Rakuten buscamos de nuevo algún lugar para hoy.
Hemos reservado un hotel, la verdad es que sin mucha fé, sólo sabemos que es uno de esos «hoteles de negocios» en un barrio un poco alejado del centro, y que nos servirá al menos para dormir y movernos, la idea es dormir en Osaka y visitarla de noche (jeje) y de día pues seguir con Kyoto, Nara…
Así es que como aún tenemos que ir al Bola Bola a por las mochilas, irnos al centro para coger un Shinkansen de esos, nos despedimos del día zen llevándonos un montón de imágenes confortables en el equipaje invisible.
…Y después de esto, comenzó a llover ligeramente, cogimos las mochilas, nos esperaban con sonrisa en la casa, charlita y disculpas por no tener disponibilidad para más días, que más quisiéramos nosotros que quedarnos aquí!, nos dieron unas cestitas con regalos, gominolas y chuches con forma de pescados pequeños…de nuevo trenecito con hora punta hacia el centro, y al momento ya rumbo al shinkansen rumbo a Osaka.
Al momento ya estábamos en Osaka y lo que realmente fue mucho contraste llegando de noche y con tanta luz y tanto ambiente ciber-punk.
Si le pongo música al día, sería algo así:
Mañana más a este lado del planeta!
12 Comments
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: No hay resumen disponible para esta anotación…
Increíblemente bello el jardín y el bambú. Esta vez podrás escribir muchos kanjis para reflejar mejor tus deseos en las tablillas.
Si, es muy hermoso!
Y si esta vez algo más podré dejar en las tablillas!
😉
¡Perdón por el fallo anterior!¡Qué maravilla! Entre el bambú a lo tigre y dragón y esos jardines tan maravillosos…¡me haces que me de una envidia! Por cierto…¿Tú sabes si se pueden conseguir los amuletos que venden en los templos sintoístas por aquí en España?
Noelia! Qué amuletos? explicame un poco más! No sé si te refieres a los que te dan cuando pides tu suerte y así? 🙂
[…] This post was mentioned on Twitter by Nomaders, Sara Rodriguez Feito. Sara Rodriguez Feito said: Kyoto y Arashiyama hoy en Nekotabi: http://www.nekotabi.es/viaje-a-japon-dia-6-kyoto-y-arashiyama/2178 […]
Qué guay!!! Hace poco ví un documental donde salía ese bosque de bambú y me pareció un sitio increible. Qué ganazas de ir!! Me apunto los sitios que dices para cuando vaya que tienen muy buena pinta y están genial de precio! 🙂
^_^
Son lugares bonitos y especiales, además de baratos, quizás más visitados pro turistas japoneses pero muy muy interesantes. El bosque de Arashiyama es sencillamente hermoso! 😉
Qué maravillosos lugares, son mágicos!!! La verdad es que apetece mucho conocer Japón, hay tanta diversidad, gracias por compartir tu experiencia!!! Besitos!!
Cris, gracias a tí por leer! Son lugares hermosos, si! Estoy segura de que te encantarían! 😉
Estupendo artículo
Gracias Joe!
Roci! Los ciervos eran majísimos si! 😉