Argentina: Ushuaia y el faro del Fin del Mundo

Siempre había soñado con llegar al fin del mundo conocido, aventurarme entre las pequeñas islas rocosas donde Kongre y Carcante no daban tregua a los resigandos  Moriz, Vazquez y Felipe.

Uno va construyendo su vida en base a recuerdos internos de cosas que ni siquiera han sucedido, los anhelos o los deseos de aventura, la curiosidad, en mi caso al menos ha llegado siempre muy influenciada por la cantidad de libros que he leído en tardes y noches de otoños, inviernos y primaveras en el pueblo. Quizás este era mi modo de explorar el mundo. Qué curioso es años más tarde redescubrir que siempre quisiste, desde los 7 años, avistar un cormorán o un León Marino, y que todo eso se lo debes a los libros de Julio Verne, nada menos.

Sea cual sea el modo, he conseguido cumplir uno de mis deseos más internos. Y he llegado al que durante siglos fue el fin del mundo conocido.

Ushuaia es la capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Fue fundada el 12 de octubre de 1884 por Augusto Lasserre y se ubica en las costas del canal Beagle rodeada por la cadena montañosa del Martial, en la bahía de Ushuaia.

Ushuaia es generalmente considerada la ciudad más austral del mundo.

Los primeros pobladores de estas tierras llegaron a pie a lo que es hoy la isla Grande de Tierra del Fuego, hace más de once milenios. Fueron cazadores y recolectores nómadas provenientes del Norte, dispuestos a sobrevivir con los recursos naturales de un espacio que aún se mantenía conectado a la Patagonia continental. Los Yámanas.

La pequeña ciudad de Ushuaia se encuentra rodeada de agua y piedra, al otro lado de los Andes, todo un privilegio!

Mires hacia donde mires ves agua y montañas, la sensación de que has llegado al final de la tierra es clara e indescriptible. El aire extremadamente puro, la luz, los glaciares, la fauna y los mil millones de pequeños detalles hacen de este uno de los lugares más especiales del planeta.

Pero yo iba con una idea clara, quería llegar a ese faro, a pesar de saber que este sólo es una réplica del original. Necesitaba conocer los paisajes donde Verne desarrolló la experiencia de dos fareros que, en una isla que aparenta estar deshabitada, ven alterados sus objetivos con la llegada de unos violentos piratas. Como desde a partir de entonces, el relato se transforma en una seguidilla de luchas que se desarrollan con el faro del fin del mundo como único testigo.

Y sucedió! Una vez me dijeron «Cuidado con los deseos que pides que luego se cumplen», aquí estaba yo, emocionada y con sonrisa, ante el faro del fin del Mundo.

En mitad de la ensimismación, un Cormorán con prisas despegaba en la proa, mientras a mi lado captaban el momento con tremendo ajuste. Intuyo que hay más, los puedo oir a lo lejos…

Y efectivamente que hay más, miles! Que pasan la tarde esperando el rayo de sol que atraviese la nube, secandose bajo la cálida brisa del verano austral. Esperando el milagro.

Pero no sólo hay Cormoranes en estos parajes, también Leones Marinos con su harém particular. En 2 minutos salió el sol y todos los que deambulaban por la isla rocosa decidieron acomodarse en la piedra caliente.

El macho, orgulloso de su prole no podía más que rascarse una oreja en actitud de claro disimulo, mientras las hembras a ratos iban a ratos le daban la espalda, según el rayo de sol que tocase.

Para los que no os ubiqueis del todo, Ushuaia se encuentra en la Isla Grande de Tierra de Fuego, separada del continente por el estrecho de Magallanes.Está delimitada al sur por el canal Beagle, al este por el océano Atlántico y al oeste por el océano Pacífico.

Hace casi 500 años, un grupo de exploradores del Viejo Mundo avistó las costas de una tierra desconocida.

Fuegos dispersos y columnas de humo de las fogatas de los nativos parecían flotar sobre las aguas, en la neblina delamanecer. Fue posiblemente este entorno místico el que dio su nombre a la Isla: Tierra del Fuego.

Difícil de explicar con palabras, el continente parece que se va rompiendo en pedazos, donde las aguas heladas y una soledad misteriosa y atrayente te va hablando de la Antártida…Como señaló Darwin al llegar aquí:

“¿Por qué, pues –y no soy el único a quien le sucede-, por qué estos áridos desiertos han echado tan profundas raíces en mi memora?.”