Hoy sigo un poco con otra de esas maravillosas y tradicionales representaciones de la cultura japonesa. Entrañable a la vez que emocionante. El teatro de papel Kamishibai.
El Kamishibai fascina a la audiencia. Sus características y la forma de presentarlo ayudan a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento.
Kamishibai significa literalmente «drama de papel«, y es una forma de contar historias que se originó en los templos budistas de Japón en el siglo XII, donde los monjes utilizaban emaki (pergaminos que combinan imágenes con texto) para combinar historias con enseñanzas morales para audiencias mayormente analfabetas. Se mantuvo como un método para contar historias durante varios siglos, pero posiblemente se le conozca más por su renacimiento en los años 1920 hasta los años 1940.
El gaito kamishibaiya, o cuentista golpeaba dos pedazos de madera comúnmente unidos por una cuerda, llamadas hyoshigi, para anunciar su llegada a las diferentes villas. Los niños que compraban dulces a los gaito kamishibaiya tomaban los primeros asientos al frente del escenario. Una vez ubicada la audiencia, gaito kamishibaiya contaba varias historias utilizando para ello un pequeño escenario de madera que en la mayoría de los casos poseían muchos detalles artesanales en el que se insertaban ilustraciones que se iban removiendo a medida que se contaba la historia.
Las historias eran a menudo series de cuentos cuyos nuevos episodios eran contados en cada visita a las villas.
El resurgir del Kamishibai se puede asociar a la gran depresión de los años 1920 donde se convirtió en un medio en el cual los desempleados podían ganar una pequeña cantidad de dinero. La tradición fue en gran medida suplantada por la llegada de la televisión entrado en los años 1950 pero fue recientemente revivida en las bibliotecas japonesas y escuelas elementares.
Se dice que si los niños se dan cuenta de que vas a interpretar un kamishibai, rápidamente se colocan en una buena posición para disfrutar de él y se callan expectantes. Los niños se divierten con el kamishibai. El kamishibai es maravilloso. Niños, adultos, personas de todo el mundo aman el kamishibai. ¿Por qué es tan fascinante?
Las características del kamishibai y la forma de presentarlo ayudan a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento mucho más fácilmente que con otras técnicas. El mensaje y los sentimientos que el autor del kamishibai nos quiere transmitir quedan resaltados con el kamishibai, sobre todo si contamos con una buena obra y un buen intérprete. El componente teatral del kamishibai transciende a la simple lectura, engancha de forma especial.
El kamishibai está formado por un conjunto de láminas que tienen un dibujo en una cara y texto en la otra. Su contenido, generalmente en forma narrativa, puede referirse a un cuento o a algún contenido de aprendizaje.
La lectura del kamishibai se realiza colocando las láminas en orden sobre un soporte, “teatrillo” de tres puertas, de cara al auditorio y deslizando las láminas una tras otra mientras se lee el texto. Se necesita un presentador o intérprete que lee el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos.
El formato del kamishibai se basa en láminas con dibujos grandes, de trazos simples e impactantes, que se ven a la vez que se oye un texto sencillo y directo relativo a los dibujos, hace que con el kamishibai se origine un ambiente mágico y de concentración en torno a la historia que se está contando.
El uso del teatrillo acrecienta este efecto. El teatrillo separa “el mundo de la historia” del “mundo real”. Cuando el intérprete empieza a deslizar una lámina, la audiencia focaliza su atención en el próximo dibujo. La forma de las puertas del teatrillo enfatiza el movimiento de deslizamiento de las láminas a la vez que ayuda a la audiencia a concentrarse en el dibujo presente.
El movimiento de las láminas hace balancear continuamente la atención y las emociones entre la anticipación de lo que va a venir y la estabilidad de lo presente, favoreciendo la concentración en la historia.
Las niñas y niños se divierten con el kamishibai más fácilmente cuando se encuentran entreun gran grupo. Los niños en grupo asisten a un espectáculo en el que colectivamente pueden gritar de miedo o reír con fuerza. Esto les predispone a compartir los mismos sentimientos experimentando la sensación de grupo y el disfrute conjunto.
Al interpretar un kamishibai no sólo se produce la interacción gozosa y compartida entre los miembros de la audiencia, sino también entre éstos y el intérprete, y entre ambos y el mensaje que el autor nos quiere transmitir. Dicho efecto puede ser incrementado por el intérprete adaptando su entonación, ritmo e incluso palabras al ambiente creado.
El kamishibai destaca por su sencillez. Si se cuenta con un intérprete o lector, una audiencia, que puede ser de una persona, y el propio kamishibai, puede realizarse a cualquier hora, en cualquier lugar y por cualquier persona.
Los autores de kamishibai suelen expresar sus mensajes, tanto en los textos como en los dibujos, de forma concisa y precisa. Esta sencillez es necesaria si se tiene en cuenta que se dirige a pequeños que lo van a ver a cierta distancia.
El número de personajes, humanos o animales, suele ser pequeño.
Los textos son sencillos, claros y directos; historias simples, con frases cortas y fáciles y uso de formas verbales sencillas. No es como un libro de cuentos donde los sentimientos se describen con detalle. En el kamishibai apenas hay descripciones; se suplen con los dibujos y con los diálogos.
El texto debe ajustarse a los sentimientos y formas de pensar de los personajes. Abundan los diálogos que muestran más fácilmente la personalidad de los protagonistas y favorecen que la audiencia se identifique con ellos.
Las láminas tienen los dibujos grandes y de trazos claros para poder ser vistas desde cierta distancia.
No se dibujan detalles ni fondos complicados que pueden distraer. Las escenas son simples, procurando que causen cierto impacto. Los personajes deben resaltarse; mejor si están de cara a la audiencia y, en los casos que se considere oportuno, en movimiento.
El uso de distintos planos en las láminas ayuda a crear diferentes efectos y sentimientos. En este sentido también son importantes los colores utilizados.
La correspondencia entre los textos y los dibujos debe ser completa debido a que la audiencia mira y escucha simultáneamente. En ambos hay que suprimir todos los detalles superfluos que pueden llevar a la distracción y al aburrimiento.
Uno de los aspectos más importantes del kamishibai es su interpretación. No basta con tener buenas obras; tan importante como la calidad de éstas es la manera de llevar a cabo su representación.
No se debe quedar en la simple lectura del texto, hay que darle un cierto efecto dramático adecuado a cada situación.
El intérprete se coloca cerca y detrás del teatrillo, de cara al público y presenta la historia usando su propia voz. El papel fundamental del intérprete es conocer y conectar con el mundo de
la historia y transmitirlo a la audiencia; debe ser capaz de sintonizar a la audiencia con el mundo del autor y de compartir con ella los sentimientos y emociones que cada autor nos
quiere transmitir.
Es muy importante su voz y toda su expresión corporal, pero debe evitar ser él el protagonista; el centro de atención debe estar en lo que el autor nos quiere comunicar. También debe estar muy atento a las expresiones y actitudes de los niños y adaptar a ellos su interpretación.
Para conseguir el efecto mágico, típico del kamishibai, es importante cuidar todos los detalles en su lectura-interpretación.
El kamishibai combina de forma muy adecuada el aspecto visual, que atrae a los niños de forma especial y al que en este momento están tan familiarizados, con la narración oral, que se puede adaptar al ritmo de los niños según sean sus vivencias y emociones de cada momento. Puede ser un recurso ideal para recuperar la tradición, en parte perdida, de contar cuentos a nuestros niños, sobre todo en el ámbito familiar. Une a su sencillez la teatralidad incrementada por el teatrillo que facilita la puesta en situación tanto de la audiencia como del intérprete.
Pero no sólo nos hemos divertido con el kamishibai. Consideramos que las lecturas frecuentes de kamishibais, seguramente por ser placenteras, han contribuido a fomentar entre los niños y niñas el gusto por la lectura y la escritura en general y de forma especial de los textos narrativos.
Os dejo un par de videos sobre las representaciones, uno del proyecto Kamishibai Perú:
Y una representación de Yassan sensei:
3 Comments
Información Bitacoras.com…
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Cosas como esta no deberían perderse 🙂
Vuelvo por el mundo 2.0 que las «vacaciones» se alargaron un poco demasiado… 😀
A ver si retomo lo que tengo pendiente de más atras 😉
Muy interesante esto… Cada vez hay juegos y juguetes más elaborados y al final a los niños les acaba gustando más lo más sencillo que se lleva haciendo años y años…