Con la peli de hoy nos vamos a asomar a una de esas caricias entre el cine y la cocina o esa manera de expresar las relaciones y los sentimientos entre las personas a través de la cocina.
Para este finde os propongo: » Comer, beber, amar » de Ang Lee :
Ang Lee nos propone un retrato de la vida del maestro cocinero Chu (Si Hung Lung), semiretirado y viudo, y su familia, compuesta por tres hijas, que viven en Taipéi en Taiwán, y que están en un punto de quiebre debido a sus diferencias personales y la ominosa presencia de la modernidad, que ha comenzado a socavar las raíces de la familia taiwanesa tradicional.
La presencia episódica de la Gastronomía China Tradicional, de la cual Chu es tanto maestro como heredero de cientos de años de conocimientos en esta disciplina, actúa como el perfecto trasfondo para los personajes, y es una metáfora de una forma de vida que desaparece rápidamente, amenazada por la comida rápida y los cambios en los valores familiares. Lee evita sin embargo caer en la tentación de hacer una obra más bien empalagosa, con escenas edulcoradas para mostrar los conflictos, y le otorga a la narración un tono de comedia que permite aliviar la carga dramática, centrando la actuación en gestos sutiles y acertados diálogos que refuerzan la agilidad de la historia. La premisa básica de la película es que el cambio, que afecta a todos los personajes durante el transcurso de la trama, no sólo es inevitable sino también necesario. No obstante, los antiguos valores deben aún ser apreciados y pasados a las siguientes generaciones, ya que constituyen los cimientos que dan sentido y significado a un tipo de vida que asimila la felicidad con ítemes desechables y el éxito económico.
Para la mayor parte de la familia, el cambio consiste en encontrar el amor o recuperar la fe que se ha perdido en él, y el proceso se lleva a cabo ya sea por mero azar, como el caso de la hermana menor, ya sea por atreverse a expresar nuevamente sentimientos, como ocurre con la mayor de las hermanas, o redescubriendo y asimilando los conocimientos heredados por el padre, como es el caso de la hija que ha dedicado su vida a buscar el éxito profesional, involucrándose en una relación utilitaria y sin mayor incentivo que el sexo.
Las formas de la comida China tradicional, y sus implicaciones rituales, como medio de reunir a las personas en torno a una actividad esencial para la vida, son las que permiten la necesaria reconciliación entre Chu y su familia, y al obrar de esta manera, la tradición puede a su vez reconciliarse con la modernidad.
Como véis, la película de hoy no es japonesa, pero Ang Lee es uno de mis directores favoritos y Taiwan es un país que deseo visitar en el próximo viaje a Asia.
Comer, beber, Amar es una película con cientos de matices maravillosos, es increíble asistir a la creación de los platos que elabora Chu (el principio de la película es sencillamente maravilloso) y también al devenir causado una ves más por el frenético ritmo de la «vida moderna» en oposición de las tradiciones, no obstante, la película tiene muchas sorpresas a medida que avanza.
La cena diaria, alrededor de la mesa, en esta película es como el elemento vertebrador de cada una de las historias individuales de los distintos miembros de la familia. Cada uno de éstos se caracterizará por anunciar sus decisiones personales, repentinas y fatídicas todas ellas, durante la cena.
Amor, desamor, familia, tradición, cocina…
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Os dejo los primeros minutos de la película y la que es, para mi una de las mejores escenas:
Que paséis un buen finde!!
ミ●﹏☉ミ
じゃまたね!!!
Ja, mata ne!!!
(Hasta pronto!)
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