Uno se despierta en Marruecos casi de la misma manera que lo hace en España, hay pequeñas diferencias, matices que al cabo de 6 días aprecias e incorporas. El mío es el sol! El sol aquí aparece antes en el cielo, la claridad es diferente. El cobrizo a través de las ventanas sin persianas, muchas veces el Adhân ( la llamada a la oración ), el olor de las crêpes marroquís con aceite de Argán, el té, la menta…
Una excelente manera de comenzar un día!
Y esta ciudad es más grande que las anteriores y con partes aún prevalecentes de la época de ocupación francesa. Uarzazat también es conocida como La puerta del desierto.
Su nombre viene de una frase bereber que significa «sin ruido» o «sin confusión». Es conocido por su proximidad a las Montañas del Atlas y al valle del río Draa. En cuanto a Taourit, que es el nombre de su kasbah o alcazaba, hace referencia en el bereber regional a que se eleva sobre un montículo.
En tiempos pasados, Uarzazate fue un pequeño punto de travesía para los comerciantes africanos que intentaban alcanzar ciudades norteñas de Marruecos y Europa. Durante el período francés, Uarzazate creció de forma considerable como ciudad, siendo un centro administrativo.
En nuestro primer paseo nos dirigimos directamente a La Kasbah de Taourit, impresionantemente bien conservada.
La Kasbah de Taourirt : por su importancia, su arquitectura y su decoración, es una de las más bonitas de Marruecos (clasificado monumento histórico). Fué la mas grande residencia del Glaoui, el « pacha »de Marrakech. Sus edificios en mazorca, flanqueados de torres trabajadas, están dispuestos en planos superpuestos, con fondo de murallas encrespadas en rosa y con dibujos geométricos. Podemos visitar algunas piezas de antiguos departamentos del Glaoui, como el comedor y el dormitorio de la favorita(…), que han guardado su decoración en estuco pintado y sus techos en madera de cedro.
Desde la terraza, vista hacia el pueblo fortificado berberisco de Taourirt (anterior a la ciudad de Ouarzazate, datando del siglo XIII ), el valle y sus oasis, y las montañas al horizonte.
En su interior, se mantiene la antigua decoración, forjados y estucos…un emplazamiento ideal en la puerta del desierto.
Estancias frescas gracias a las gruesas paredes de adobe, rincones y esquinas, habitaciones donde la luz ofrece brillantes emulaciones del día.
Escaleras, pasillos, decisiones…hacia donde vamos ahora?
Buscando un sur, encuentro la ventana, el hueco definido por forja, sin salida, sólo la luz…
Este lugar tan tranquilo incita al paseo lento, a la observación pausada…
Tras el recorrido de la parte que se puede ver, me traigo una acuarela de puerta con gato y azules bereber, de un anciano pintor que expone en la Kasbah, rodeamos la misma y en el exterior nidos de cigüeñas! Hay muchsímas! no se suponía que emigraban al norte? ^_^
Antes de irnos de Uarzazat pasamos de día por la Kasbah de ayer, hoy impresiona en mitad del oasis…
Mucho más antigua y habitada, reflejos de lo que un día fué un importante lugar de paso y descanso de camino a Zagora.
Los niños juegan a cruzar el río, a subir y bajar, al margen del colegio y de las normas y horarios a los que aquí estamos tan acostumbrados…
Tenemos unas cuantas dudas sobre cómo llegar a Demnate, al parecer hay una carretera nueva a través del Atlas, tras preguntar varias veces y obtener distintas opiniones, del tipo «Con ese coche, mejor no vayais por aquí» decidimos tomar el camino más largo, con buen ánimo y muchas ganas de atravesar la fija barrera de montañas y nieve que lleva mostrándose ante nosotros desde ayer.
Los pueblos en el camino se mimetizan con la piedra y el barro, formando parte de un todo sereno…
Al fondo, como referencia siempre imponentes las cumbres, aún con un poco de nieve en la cumbre…como un imán, seguimos subiendo!
Durante gran parte del trayecto vimos muchas mujeres haciendo la colada en el río, lavando mantas y alfombras que luego ponen a sacar al sol sobre las rocas…ajetreada mañana!
Pueblos enteros vacíos, las mujeres y los niños en el río y los hombres, los pocos que se veían o estaban en los cafés o sentados a la sombra, curioso escenario.
Nos acercamos a la cumbre, al puerto de Tizi n´Tichka, a más de 2000 metros. Paramos al lado de un grand taxi que llevaba a una familia bereber, al bajarse comenzaron a bailar y cantar, luego los volvimos a ver, supongo que el viaje sería algo así, una gran celebración! Ya en el puerto, encuentro al perrín del Atlas, cómo no!?…posa con soltura…
Desde lo alto uno se siente más cerca del cielo, con este silencio que sólo irrumpe el sonido de los frenos de algunos coches y camiones bajando el puerto. A un lado de la carretera souvenirs de piedras de colores (falsas), tajineras y fósiles.
Al bajar el espectáculo no es menos impresionante, resplandeciente el valle de Ourika. Este valle de cuarenta kilómetros de longitud , sirve como ejemplo de la vida rural de Marruecos . A lo largo del recorrido se pasa por distintos pueblos , acompañados por los arroyos , las cascadas , y la vegetación que estos producen .
El Valle de Ourika se distingue , además por ser el lugar de paso de algunos puertos de montaña más impresionantes e increíbles del Alto Atlas y por ende de Marruecos , especialmente los pasos de
(más de 2 . 000 metros de altitud) y el Tizi n’Tichka , más alto que el primero , pero menos espectacular .
Eminentemente Bereber, pueblines pequeños escondidos en los valles, entre la arboleda, de nuevo alfombras y mantas lavadas y secadas al sol. En todas y cada una de las curvas había niños y chicos que vendían collares de piedras de la región, según decían ellos.
Paramos a comer en un pueblo de los que están al borde de la carretera, en la terraza, con un sol de justicia, el buen hombre nos ofrece cordero a la brasa por kilos y keftas idem. Con unas mirindas, pan, curry y nuestro kilo y medio de carne comimos estupendamente antes de seguir bajando.
Los pueblos cambian de forma constantemente,a este lado incluso tienen tejado las casas, vemos niños que vuelven del colegio y muchos campos de trigo y amapolas. Esta es una vez más la magia de los ríos y el agua, como siempre, estas zonas son más ricas por el mero hecho de poder alimentar a sus habitantes. Leyes sencillas.
Y esta sencillez transportada al caracter bereber de los habitantes, que se mantienen a la sombra admirando sus propios paisajes, sin intención de venderte nada, sólo pasar la tarde a la sombra.
Al fin llegamos a Mellah y para seguir con las alegrias al seguir a un taxi en un adelantamiento nos esperaba la policia, que obviamente nos paró e intentaron cobrarse 600 Dhm, tras negociaciones al sol, al final seguimos sin multa y el hombrecillo sin un plus importante para las vacaciones. Al llegar a Demnate encontramos un pueblo bereber, grande y bien organizado, con miles de personas haciedno esto y aquello, bajando al mercado, resolviendo asuntos, buscando a los niños en el colegio y ni un sólo extranjero. Miradas de soslayo al avanzar pueblo arriba.
Hoy nos alojamos en un Riad pequeñito, de sólo 5 habitaciones, en el que somos los únicos clientes, nos recibe Dihya, una chica bereber muy maja con la que nos reimos un buen rato, nos prepara té y algunos se dan su primer baño en piscina o de sol. Cuando este baja lo suficiente nos disponemos a bajar al pueblo a explorar. A estas alturas ya teniamos una vieja televisión en el maletero del coche, teníamos que bajarla a reparar a una tienda del pueblo, a cambio, nos enseñarían el mercado judio y el pueblo.
Dihya es una gran anfitriona, nos pasea contándonos historias sobre el pueblo, tradiciones bereberes, nos enseña los famsoso trajes de las bodas, los puestos en los que suelen hacer la compra. Nos cuenta que es la única mujer que trabaja en el pueblo con extranjeros, que ha sido duro, pero que cree que es una pionera y que piensa seguir así, a pesar de las miradas y comentarios «Qué se acostumbren,a mi me da igual!»…»Algo está cambiando en Marruecos!»…ojalá sea así!
Se va haciendo de noche entre azules perfectos y primeras iluminaciones ocres, el mercado sigue funcionando, últimas compras del día, conversaciones, miradas curiosas al vernos pasar ya solos por las pequeñas callejuelas.
La sencillez de una vida al magen del tiempo, o al menos mucho más al margen de lo que nosotros estamos acostumbrados.
Demnate es una ciudad diferente, una sorpresa enclavada en los valles marroquíes de las Montañas Atlas.
La recomendación para la cena resulta curiosa, debe ser el sitio al que van los más jóvenes, una especie de burguer extraño, relamente peculiar, las patatas fritas están deliciosas! 🙂
Pequeño paseo final antes de volver al Riad a descansar.
Cous-Cous que alimentará a cientos de personas.
En el Riad absoluto silencio, algusno pájaros que no duermen en el jardín, un té con pasteles y en mitad de la noche la bóveda del cielo, un cielo estrellado relamente hermoso, aquí en mitad de Marruecos, muy muy al margen del tiempo!
3 Comments
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Bonito ambiente. No todas las Cigüeñas vienen y no todas las que vienen regresan, como resultado podéis encontrar Cigüeñas aquí por ejemplo en Noviembre y allí en Mayo. Parejas que han decidido no ser nómadas.
Que buena pinta tiene ese desayuno!!!
Yo ya me hubiera quedado bajo una palmera a la orilla del rio jejeje.
Lu, me dí cuenta de lo de las cigüeñas por los grandes grupos, y el tamaño de los pollos! Los desayunos eran deliciosos, esas crêpes estaban buenísimas, debo conseguir la receta! ^_^Hacía sol pero bueno, al subir la temperatura bajaba notablemente! 😉